Escuchar a Carlos Albert, es lo mismo que escuchar a los reporteros de Juan José Origel o Patricia Chapoy, quieren que los entrevistados hablen del chisme de moda, argumentando que el público lo pide, en este caso el tema “Jona, el corrido” que Aguirre evade.
Albert es el clásico tipo amargado que también cortaron al último de la Selección Nacional (Inglaterra 1966) y que fracasó rotundamente cuando quiso implementar un sindicato de futbolistas en México, hasta la fecha insiste en que deben defender sus derechos para que no los traten como trapeadores, pero olvida que los propios futbolistas propician el mal trato por firmar dobles contratos con la finalidad de evadir el pago de impuestos, si se prestan al jueguito como se pueden defender.
Es inexplicable que la cadena de deportes que se dice Número Uno, contrate a tipos amargados como este y sus compinches José Ramón Fernández, Ciro Procuna (trata de ser diferente), Rafael Puente, Héctor Huerta, David Faitelson, todos con la filosofía de televisión azteca, lástima de verdaderos conocedores como Heriberto Murrieta y Daniel Alberto Brailovsky.
Por cierto dentro de las corrientadas que dice Carlos Albert, presume ser periodista y me permito hacerle una pregunta: ¿En qué escuela de periodismo estudiaste?, digo para no ir.
Tuve oportunidad de verlo en su época de futbolista haciendo pareja en la defensa central del Necaxa con un uruguayo de nombre Francisco Majewski, el uruguayo era finísimo jugador, contrastando con el “marrano” de Carlos Albert que no tenía habilidad, pero como golpeaba.
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